Os proporcionamos algunas pautas para que el inicio del curso sea más llevadero y positivo para los mayores y los más pequeños de la casa.

    El inicio de un nuevo curso escolar suele estar cargado de emociones: entusiasmo, motivación, incertidumbre e incluso algo de estrés. La transición entre las vacaciones y la rutina escolar puede ser un desafío tanto para los padres como para los hijos. En esta entrada de blog, exploraremos algunas pautas para un inicio del curso más llevadero y positivo para toda la familia.

1. Preparación previa: Anticiparse es clave

  Para los niños:

Hablar sobre el inicio de clases días antes ayuda a reducir la incertidumbre. Pregúntales sobre sus expectativas y emociones respecto al nuevo curso, así como aclara las posibles preocupaciones.

 Para los padres:

La organización es esencial. Preparar material escolar y establecer un espacio adecuado para el estudio en casa ayudará a que los niños se sientan más cómodos y preparados. También es útil mostrar interés por el entorno escolar, como conocer a los nuevos profesores o acompañarlos en la preparación de su rutina.

 2. Restablecer horarios: El poder de la rutina

 Para los niños:

Gradualmente, se recomienda reajustar el horario de sueño para que los niños puedan descansar lo suficiente antes de que comience el curso. Además de las rutinas durante la tarde y la noche.

 Para los padres:

Modelar buenos hábitos de sueño, comida, estudio y ocio es fundamental. Asegúrate de que los horarios sean adaptados y recuerda que una buena rutina tiene un impacto positivo en el rendimiento escolar y en el bienestar emocional.

3. Fomentar la autonomía: Enseñanza de hábitos saludables

 Para los niños:

Dar pequeñas responsabilidades adaptadas a la edad o madurez antes de que empiecen las clases puede ser beneficioso para su autoestima y sensación de independencia. Esto puede incluir organizar su mochila, elegir su ropa o preparar sus materiales de estudio.

 Para los padres:

Es importante acompañar a los hijos en este proceso de forma positiva, sin sobreprotegerles. Cuando les permites tomar decisiones o hacer ciertas tareas por sí mismos, les estás enseñando a ser responsables e independientes. Esto no solo alivia la carga de los padres, sino que también prepara a los niños para afrontar retos con mayor seguridad.

4. Gestionar las emociones: Un espacio para el diálogo

 Para los niños:

El comienzo del curso puede generar emociones contradictorias y hasta desagradables. Crear un espacio donde los niños puedan expresar cómo se sienten es esencial para que entiendan sus emociones y puedan gestionarlas.

 Para los padres:

Es importante no minimizar los sentimientos de los niños. Escuchar activamente y validar sus emociones, incluso si parecen pequeñas o irracionales, les enseña que es normal sentir nervios o inseguridades. Puedes ofrecerles técnicas sencillas de relajación, como respirar profundamente o pensar en momentos agradables cuando se sientan agobiados.

5. Adaptación progresiva: Evitar la sobrecarga

 Para los niños:

El primer mes de clases es un período de ajuste a la nueva rutina. Evita sobrecargar a los niños con actividades extracurriculares de inmediato y dales tiempo para adaptarse.

 Para los padres:

Es importante mantener expectativas realistas. El proceso de adaptación puede variar de un niño a otro, y es fundamental evitar comparaciones.

TEN EN CUENTA QUE:

El regreso a clases es una oportunidad de crecimiento tanto para los niños como para los padres. Al adoptar una actitud positiva, establecer rutinas y fomentar la comunicación, este período de adaptación puede convertirse en una experiencia enriquecedora.

Recordemos que cada niño es único y que, con el apoyo adecuado, puede afrontar el nuevo curso con confianza y entusiasmo.

Si notas que la ansiedad o estrés persiste a lo largo del tiempo no dudes en contactarnos para ofrecer un apoyo especializado con nuestra psicóloga Sara Cobano.

 

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